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Las tres comunidades participantes en el proyecto de Redes Comunitarias pertenecen a los grupos étnicos a´i o cofán, siona y secoya. Están ubicadas en el área nororiental de la frontera colombo-ecuatoriana. Han permanecido en esos territorios por centenares de años, pero su forma jurídica de existencia es relativamente nueva , pues se remite a la década de los 80.

FotoDurante los últimos años, estos grupos han experimentado un proceso de sustitución de sus formas tradicionales de asentamiento nucleado por casas unifamiliares, lo que ha implicado la inclusión de elementos diferentes y nuevos en sus dinámicas cotidianas de vida. Aproximadamente, durante los últimos 70 años se han evidenciado signos de transición de la forma dispersa-nómada a la actual, nucleada. La familia nuclear es en el presente la principal unidad de producción y consumo, sin embargo, se encuentran vigentes varias formas de trabajo productivo comunitario. La invasión de la zona amazónica nororiental por parte de compañías industriales, ha provocado la redefinición de las dinámicas sociales de estas comunidades. El hecho de establecer nuevos patrones de asentamiento, comunales sedentarizados, es producto de los efectos del procesos extractivos de explotación de los recursos naturales.

Recursos

En general, mantienen sus formas productivas basadas en la caza, pesca y agricultura. Adicionalmente, están incursionando en actividades novedosas vinculadas al mercado que, a más de apuntar a mantener su entorno y tradiciones, se orientan a buscar mecanismos adecuados de autogestión comunitaria. Entre las actividades en las que las comunidades están incursionando están: psicicultura de especies nativas como piraña, sábalo, guachama; agricultura para el mercado, ganadería, turismo.

Constantemente sus territorios y condiciones ancestrales de vida se ven amenazadas por invasiones colonas o presencia de compañías petroleras, madederas, palmeras, etc. La inserción dentro de las comunidades de grupos e instituciones foráneas, a más del aspecto señalado anteriormente, ha producido en estos pueblos cambios acelerados en su estructura social, económica y cultural. Esto ha conllevado a la presencia y coexistencia de factores culturales propios de sus etnias con otros, ajenos a ella, que han sido incorporados en las nuevas generaciones. Este proceso ha sido inevitable y la lucha actual de las comunidades se traduce en desarrollar actividades, que si bien se insertan en las dinámicas mercantiles, no afecten ni desarticulen su estructura cultural básica.

Para contrarestar la extinción de sus recursos naturales y de sus formas de vida, han generado procesos organizativos, que aunque débiles todavía, les permite enfrentar unidos la lucha por la sobrevivencia. El panorama complejo de la amazonía ecuatoriana ha incidido directamente en la conformación de sus organizaciones.

Forma de organización

Cada comunidad tiene su presidente y demás dirigentes y a su vez cada una pertenece a una organización de segundo grado que se agrupan en su totalidad en el Frente de Defensa de la Amazonía. Adicionalmente, están vinculadas con organizaciones regionales como la CONFENIAE (Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana) que es parte de la agrupación indígena más grande del Ecuador, CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador).

fotoEn lo referente a su participación en el proyecto de redes comunitarias, el nivel y los mecanismos de inserción dentro de las actividades de ejecución han tenido diversos matices en una y otra comunidad. Dos de ellas (Dureno y San Pablo) tienen experiencia en el accionar conjunto con organismos de desarrollo, la otra no (Orahueaya). Por tanto, las dinámicas imprimidas por las comunidades han ido determinando las estrategias de intervención.

Los promotores comunitarios

Por la estructura participativa del proyecto, la selección de los promotores fue realizada por las mismas comunidades. Entonces, los promotores son el vínculo entre el proyecto y la comunidad entera. En un inicio, se delegaron 18 responsables de los telecentros en las tres comunidades y sus edades variaban entre 13 y 39 años con diferentes niveles de instrucción. En la actualidad, se encuentran 14 promotores, 6 mujeres y 8 hombres entre 14 y 28 años de edad.

El proceso capacitador con extensionistas y promotores ha sido el eje fundamental de la ejecución. La motivación de extensionistas y promotores para participar surge de la necesidad e interés por adquirir nuevos conocimientos en el manejo de la tecnología de computación y por el afán de servicio a la comunidad.

Datos y características de las comunidades

Durante enero, febrero y marzo de 1998, las comunidades, con apoyo del equipo fotoejecutor, trabajaron en la elaboración de diagnósticos participativos en base a la metodología de Planeamiento Andino Comunitario (PAC), adaptado a las condiciones del proyecto y de la zona. Los objetivos principales de los diagnósticos fueron:

  • Tener información base sobre las comunidades para poder medir, a la finalización del proyecto, los impactos de los telecentros
  • Diponer de elementos orientadores para Intercom en la promoción del uso de los telecentros por las comunidades
  • Rescatar y apoyar la revalorización y autoestima de promotores (as)

La metodología de diagnóstico comunitario del PAC, trabaja sobre los siguientes ejes fundamentales:

  • Historia de la comunidad
  • La comunidad en el presente, pasado y futuro, vista por hombres y mujeres
  • Actividades cotidianas de hombres y mujeres en la comunidad
  • Calendario anual de actividades comunitarias
  • Instituciones u organismos con las que la comunidad trabaja
  • Principales problemas enfrentados y soluciones propuestas por los miembros de la comunidad

La información recabada en los diagnósticos permitió reconstruir la historia de conformación de las comunidades, proporcionó un universo general de cada una de ellas y posibilitó la elaboración de matrices o fichas con las características principales de las mismas.

Los relatos, datos y testimonios utilizados en este documento han sido proporcionados por hombres y mujeres de las comunidades en los talleres del diagnóstico.